Tal como ocurre con los humanos, la obesidad y el sobrepeso en mascotas son síntomas de que algo anda mal en la alimentación y la actividad física, o bien que existen problemas de metabolismo. Cualquiera sea el caso, la obesidad extrema trae aparejados problemas de salud más graves, que pueden acortar significativamente la vida de nuestra mascota.
La clave del asunto está en que entiendas que siendo dueño sos responsable de su calidad de vida y que es necesario que tomes cartas en el asunto con celeridad. ¿Lo alimentás demasiado? ¿El alimento no es de buena calidad? ¿Te asegurás que haga suficiente actividad física? Son todas preguntas importantes que debes responder.
Cuando te enfrentás con esta problemática lo primero que debes hacer es comprobar que tu mascota sea obesa. Más abajo de contamos tres pautas que pueden ayudarte en la tarea, sin embargo recomendamos que resuelvas esta duda con una visita veterinaria.
3 pautas para controlar el peso de tu mascota:
Deberías poder ver y sentir el contorno de las costillas de tu perro y los huesos de la columna y la cadera de tus gatos sin un exceso de cobertura de grasa.
Tendrías que poder ver y sentir la cintura de tu perro y debe ser claramente visible cuando se ve desde arriba.
La panza de tu perro debe estar doblada cuando se ve desde un lado, mientras que la panza de tu gato no debe estar colgando debajo con solo una pequeña cantidad de grasa.
Una vez que hayas verificado el peso de tu mascota y comprobado el grado de obesidad es necesario pasar a la acción. La primer sugerencia es que visites al veterinario y te asesores sobre las posible acciones. Además de esta consideración te contamos 5 acciones rápidas que podés realizar para ocuparte del tema:
1. Informáte sobre el alimento balanceado y elegí una opción saludable. Los alimentos más económicos tienen índices más altos de grasa y sodio. Existen versiones ‘light’ o bajas en calorías que se ajustan de mejor manera a la problemática de tu mascota. Visitá alguna de las tantas forrajerías de Trenque Lauquen hasta que des con el alimento indicado.
2. Cantidad también es calidad. Averiguá qué cantidad de alimento (seco y/o húmedo) es adecuada para que tu perro o gato consuma a diario y luego respetá esas cantidades.
3. A veces es difícil verificar cuánto come tu mascota si tiene siempre alimento a su disposición. Enseñále a no acercarse al plato cada vez que se encuentre aburrido. Podés dividir la ración en 2 ó 3 partes y crear una rutina de horarios en torno del alimento.
4. A quemar calorías. Que tu mascota sea doméstica significa que es tu responsabilidad crear espacios de juego y deporte para mantenerla activa. En el caso de un perro es más fácil pasearlo y ponerlo en movimiento (¡asegúrate de volverlo una rutina!); en los gatos es algo más complejo dada su predilección por dormir, intentá que realicen algo de actividad física cuando no duermen, en forma de juegos, por ejemplo.
5. Por último, podés buscar formas sanas de alimentar a tu mascota sin utilizar el balanceado. La red abunda en portales especializados con buenos consejos.
Esperamos que estos comentarios sean útiles y puedas ayudar a tu mascota a mejorar su condición de salud rápidamente.
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